jueves, abril 30, 2020

Trazamiento de contactos, segunda llamada: API en camino

El día de hoy Apple y Google liberaron la primera semilla de la API (Application Programming Interface) de notificación de exposición a COVID-19 para desarrolladores de aplicaciones de trazamiento de contactos.

Ambas firmas liberaron la primera versión de dicha API, orientada a desarrolladores, con el objetivo principal de obtener retroalimentación por parte de éstos, quienes la utilizarán para crear nuevas aplicaciones de trazamiento de contactos y notificaciones para agencias públicas de salud. Se trata de un grupo específico y limitado. 

¿Por qué es importante esto? Es importante recordar que apenas hace dos días la NHS (National Health Services) le dijo NO al plan de Apple y Google. El gobierno de Reino Unido ha estado trabajando en una herramienta para rastrear digitalmente y advertir a las personas que han estado cerca de alguien que exhibe síntomas de coronavirus, pero no seguirá el modelo propuesto por estos gigantes, pero sí usarán API´s estándar y Bluetooth LE (Low Energy).

En ese caso, la tecnología usa Bluetooth LE para registrar todos los celulares que han estado próximos, y enviar advertencias anónimas a todos los usuarios que estén en riesgo si encuentra que uno de los dueños de los teléfonos está infectado con Covid-19. A diferencia de GPS o Wi-Fi, Bluetooth sólo rastrea los dispositivos que han estado próximos, en lugar de rastrear las ubicaciones de los usuarios. El método es similar a la aproximación de Google y Apple, excepto que en este caso la app correría en el background, con menos afectación para la batería, y otra cosa muy importante, funcionaría con un modelo descentralizado. UK seguirá un modelo centralizado, lo que significa que cuando un usuario reporte síntomas de covid-19 la advertencia se envía a un servidor, mismo que decide a quién enviar alertas entre los contactos que la persona infectada tiene registrados.

En el modelo descentralizado, los usuarios que están en contacto prolongado intercambian sus respectivos key codes anónimos, y si uno de los usuarios reporta que se siente enfermo, el key code se envía a una base de datos central. Entretanto, el teléfono del segundo usuario regularmente revisa esta base de datos para encontrar key codes de alerta, y envía esta cuando reconoce el de un usuario infectado. El "match", por tanto, ocurre en los dispositivos de los usuarios, en lugar de en una base de datos centralizad. No es perfecto, pero sí más privacy-friendly al menos en la superficie, pues elimina el riesgo de des-anonimizar los datos. Por otra parte, una base de datos central es potencialmente más susceptible al hacking.

La API

Este es un lanzamiento de prueba orientado a facilitar la oportunidad de desarrollo y retroalimentación con un poco de ventaja a su disponibilidad pública, que se planea para mediados de mayo, para cuando los desarrolladores podrán usarla de manera masiva en dispositivos en los que se instalen las apps públicas liberadas a través de las tiendas de Google y iOS.

Se espera que mañana ambas firmas ofrezcan detalles adicionales de la API y su lanzamiento, incluyendo código que muestre cómo opera en la práctica. Conforme esté disponible, se actualizarán las actualizaciones a la documentación, y se añadirá acceso a nuevos desarrolladores, aunque el acceso a esta API se limita a autoridades de salud pública autorizadas.

Los documentos con el detalle de las especificaciones están disponibles en los respectivos sitios web para desarrolladores de Apple y Google, e incluyen los términos de protección de la privacidad del usuario, y la medida en que los desarrolladores pueden maniobrar en este aspecto.

Las autoridades de salud pueden definir y calcular el nivel de riesgo de exposición para los individuos con base en sus propios criterios, que varían entre organizaciones (distancia aproximada de un individuo con un paciente confirmado de COVID-19, duración de la exposición). Los desarrolladores pueden personalizar las notificaciones con base en estos parámetros para asegurar que las alertas correspondan al riesgo calculado.

Esta beta también incluye un nuevo setting para usuarios que permite marcar acceso a notificaciones de COVID-19 a apps .



Apple y Google anunciaron la API combinada y la eventual característica de rastreo de contactos a nivel sistema el 10 de abril. La tecnología está diseñada para preservar la privacidad, asegurando que las IDs sean rotativas y aleatorias, nunca enlazadas a la información identificatoria de un individuo específico. 


Hay mucho que decir sobre este tema, la privacidad y la protección de los datos personales.

Continuará mañana...


miércoles, abril 29, 2020

Más sobre manufactura aditiva: Respiradores

El New York Times dice que la tecnología no va a salvarnos. Tiene razón, las cosas son un desastre. El problema es multidimensional. Sin embargo, sin la ciencia y la tecnología estamos fritos. Ayer escribía aquí sobre el plan C implementado en Chicago gracias a la cultura MAKER. Eventualmente tocaré este tema (si sigo escribiendo), pero el punto principal es cómo todas esas impresoras 3D dispersas comenzaron a utilizarse de manera organizada y hasta cierto punto descentralizada para producir PPE (Personal Protective Equipment) y canalizarlo hacia las personas que más lo necesitan (personal de salud).

Esta reacción y capacidad de respuesta evocó en mi, no estoy bromeando y es uno de mi temas favoritos, las bandadas de pájaros que exhiben un comportamiento organizado al volar, aparentemente sin ningún líder u operador central, siguiendo reglas simples (no colisionar, mantenerse cerca, alinearse), creando un comportamiento auto organizado emergente para, en este caso y según las hipótesis que conozco, ahuyentar a los depredadores y mejorar la dinámica de movimiento. ¿Qué es, si no, lo que hicieron todas estas personas en Chicago, sino crear un comportamiento emergente con el fin de protegerse de una u otra manera de un depredador?

Armados con impresoras 3D, cortadoras láser, acetato, materiales para imprimir y uno o varios diseños de referencia open source (de uso libre) hicieron y continúan haciendo #faceshields. La convergencia de las culturas maker/open source y la disponibilidad -que aún me parece una maravilla- de manufactura aditiva de cada vez menor costo producen decenas de miles de estos equipos cuando más se necesitan.

Ahora bien, la producción de #faceshields se trata de un proceso de manufactura relativamente sencillo. Ahora entramos en terrenos más complicados y costosos, en los que se requiere una aún mayor convergencia de voluntades, equipo, organización, recursos y cultura #maker: los respiradores. Desde que inició la crisis del #covid19, o por lo menos desde que comenzamos a ser conscientes de ella, se cernía la amenaza de la escasez de estos aparatos, que se preveía se necesitarían por miles. Todos escuchamos de los dramáticos casos en Italia en que se debían tomar decisiones de vida o muerte con base en las personas que tenían  más posibilidades de sobrevivir y la escasa disponibilidad de estos implementos médicos.

En México, el interés por los ventiladores comenzó a aumentar a mediados de marzo (según Google Trends). En este momento, es un juego contra reloj, en el que diversas iniciativas trabajan en soluciones complementarias a la base oficial, entre ellas la fabricación de ventiladores mecánicos con base en diseños que fueron utilizados de emergencia en España, prototipos de respiradores artificiales de bajo costo y splitters (para que el ventilador se use para dos pacientes).

Un equipo mexicano multidisciplinario trabaja, por ejemplo, en un respirador diseñado para casos no graves de acuerdo con las especificaciones de Reesistencia Team, una organización española creada como respuesta a la emergencia del #covid19. Se trata de sistemas autónomos Open, basados en el sistema Jackson Rees. Estos chicos (y no tan chicos) están haciendo un magnífico trabajo.

Retrocediendo en el tiempo, Reesistencia Team el 3 de abril publicaba en GitLab los archivos necesarios para comenzar con las primeras impresiones de partes en réplica. Después de muchos días sin dormir, como ellos mismos cuentan. Ahí están las pruebas, en su timeline. Las alegrías cuando las cosas funcionaban como debían. El registro del comportamiento de pruebas en monitores. Las fallas. La adrenalina. Los primeros archivos en Dropbox para replicar el Reespirator 23 a mediados de marzo.

Listos para imprimir/ReesistenciaTeam



Lista de componentes/Reesistencia Team


Hasta su última publicación (ayer 28 de abril), Reesistencia TMX mencionaba la necesidad de un gasómetro arterial para la realización de las primeras pruebas en seres vivos, misma que se realizará bajo la supervisión de dos comités de bioética de instituciones de educación superior en Sonora. Al parecer los protocolos están listos, así que esperemos pronto tener buenas noticias.


Estaremos pendientes de este y demás proyectos. Y de nuevo, ¡gracias, makers, y trabajadores de salud de todo el mundo!




martes, abril 28, 2020

Plan C: Chicago Shield

Hello, my fellow hunkerdowners!

Estoy de regreso luego de lo que son aparentemente cuatro años. Esos son breaks y no palabras. Que si el artículo científico, que si la tesis doctoral, que si la defensa, que si la propuesta de investigación. En fin. Concluido el proceso y en lo que son peras o son manzanas, y mientras tengo (tenemos todos) que estar encerrada en mi casa por un rato más todavía, trataré de escribir pro aquí para no volverme completamente loca   resolver algunas inquietudes que traigo en la cabeza, y contar algunas de las cosas que están pasando que me parecen interesantes. ¿Cómo ven? El principal promotor y presidente de mi club de fans ha sido mi sobrino tween.

En fin. Lo que vengo a comentar hoy es el Plan C: Chicago Shield que está en manos de la comunidad de Makers en esa región de Estados Unidos. 

En general, se trata de una respuesta organizada por un grupo de makers que se conocían entre sí a través de la red makerspace de Chicago. Ellos crearon una mesh network para organizar la producción y distribución de escudos para el rostro, comenzando en Chicago y los suburbios. Le llamaron la iIIinois PPE Network.

En pocas semanas, alcanzaron una producción de 6, 500 escudos de rostro por día y comenzaron a surtir a 50 instalaciones médicas en el estado, y de hecho planean producir muchas más. Esta respuesta rápida de individuos actuando juntos como un grupo auto organizado es emblemático de lo que Dale Dougherty (fundador de Makers Magazine y vocero del movimiento Maker) llama "Plan C". Este esfuerzo voluntario, explica en su introducción al plan, es en sí mismo un escudo, ayudando a proteger a los trabajadores de la salud, y otros miembros de la comunidad de la exposición al COVID-19. 

Los resultados de esta iniciativa son, por decir lo menos, fascinantes. Y la manera en que todo comenzó es igualmente fascinante. Todo empezó con el lockdown. Al tener que abandonar las instalaciones de instituciones, universidades, bibliotecas y demás centros de trabajo, las personas comenzaron a hacer lo que ellos llaman "liberar" equipos (computadoras, impresoras 3D) considerando que no tendrían ninguna utilidad en edificios cerrados donde estaban los "makerspaces". 

Después comenzó la organización. No tenía sentido concentrar los equipos debido a los riesgos asociados al kharanavairas  corona virus, por lo que se apostó por una organización tipo mesh network, distribuida de tal manera que compartirían información, pero no necesariamente recursos y materiales, operando de manera descentralizada. 

Y así comenzó todo, sin saber exactamente qué era lo que iban a hacer y cómo, se conformaron nodos que concentraban logísticamente grupos de individuos con impresoras 3D, y eventualmente acordaron seguir el diseño de referencia de código abierto propuesto por Josef Prusa, o mas bien una versión modificada conocida localmente como "the swedish design". La producción se balancearía de acuerdo a la carga que tuviera cada nodo, y en caso de que alguien resultase infectado, los demás absorberían la carga. 

Eventualmente adoptaron un diseño desarrollado por Dan Meyer, una versión compacta que se acomoda a tres impresoras 3D pequeñas y puede imprimirse en stack, una parte sobre la otra. Se produce de manera que el plástico sea flexible y pueda estirarse en un molde más grande. Jeff Solin, un maestro de ciencias de la computación de secundaria, diseñó el Solin Flat Pack Face Shield, que puede producirse de una sola hoja de plástico con un cortador láser.

La historia detallada puede leerse aquí

En América Latina existen varias iniciativas relativas a la producción de esos escudos protectores, caretas o viseras, entre ellas la facultad de ingeniería y arquitectura de la USMP (Universidad de San Martin de Porres) en Perú o FabLab UTSFM en Chile. En México, Ford anunció hace un par de días que producirá 100,000 de estas viseras en su planta de Chihuahua para donarlas a trabajadores de la salud. También, ya desde hace rato, los chicos de México Makers están a todo lo que dan fabricando viseras con papel de acetato. 

A principios de abril, ya había 25 grupos en estados como Puebla, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Nuevo León, Guerrero y Ciudad de México, con cerca de 300 impresoras. Para el 21 de abril, contaban 1,300 colaboradores. La última actualización de la cifra indicaba más de 10 mil caretas entregadas a hospitales y personal médico. En su cuenta de twitter, aparecen, una tras otra, fotografías de trabajadores de salud usando el equipo protector dando las gracias a esta organización.

A finales de marzo los mensajes ya iban y venían anticipándose a las necesidades de la comunidad médica. Se invitaba a unirse a ciudadanos con impresoras 3D o cortadoras láser, a empresas a donar material, se abría un canal de comunicación en telegram. Localmente, algunos jóvenes comenzaron a fabricar caretas de manera independiente y por iniciativa propia, poco a poco uniéndose a grupos un poco más organizados, como Sonora Makers. 

Quizá el "plan C" no sería nunca suficiente. Ahora las fábricas están reaccionando y se producirán en masa, pero la respuesta ciudadana organizada y desinteresada fue invaluable. Todavía son relativamente pocas las personas que poseen una impresora 3D. Las cortadoras láser no se dan en maceta. La cadena de suministros falla. Se agotan los materiales. Pero lo que nunca se agotará, creo yo, espero yo, es el quizá más humano de los impulsos, el de intentar ayudar por todos los medios a otros seres humanos que están en peligro.

Gracias, makers. Y gracias, personal de salud en todo el mundo.




La bio de Miguel; lo prometido es deuda

Por Talya Aluveaux @talya Miguel de Icaza nació en 1972. Es un programador, mejor conocido por iniciar los proyectos GNOME, Mono y Xamarin. ...