Por Talya Aluveaux
Bastó con murmurar de pasada que estaba escribiendo un post -y encima uno de tres partes- sobre la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación del estado de Sonora- para escuchar estas cuatro palabras, dichas sin pestañear: "Es una ley muerta".
Sabemos que la anterior era letra muerta, se había quedado atrás, estaba guardada en un cajón durmiendo el sueño de los justos... pero oigan, se supone que el año pasado la sacaron y la desempolvaron y le sacaron brillo. ¿Qué es todo puro circo? En este punto recuerdo en una de mis clases haber lanzado la misma exclamación, exasperada, y al profesor responderme con la mirada, como diciendo, pecabas de ingenua si apenas te vas dando cuenta, pero al menos ya te diste cuenta. A este profesor un día lo despidieron del Colegio y todavía no sé por qué.
Entonces, su ingenua servidora sigue pensando que todo el esfuerzo, tiempo y dinero público invertido en la reforma de la ley debería servir para tomarla en serio (¿y si no para qué la hacen? Hasta la Universidad de Sonora participó en su elaboración), retomarla y empujar aunque sea paso a paso las cosas hacia adelante, y no solo para detener el cerro y "hacer como que hacemos", como en el cuento de primaria, o peor, para adornar un currículum.
Miren, yo no soy experta en leyes, lo que sí se es que los ejercicios de simulación a los que nos tienen acostumbrados -o más bien hartos y ya más bien indiferentes- quizá, solo quizá, no son la mejor idea si lo que se quiere es mejorar el desarrollo económico de este estado, o de cualquier región para el caso. Si ya se redactó, se enriqueció con la retroalimentación de todo tipo de actores, se aprobó... ¿Qué estamos esperando? ¿Otros doce años y una nueva reforma? No quisiera darle la razón a ese escritor que dice que los mexicanos hablamos mucho, pero a la hora de la acción, pues no.
Pero bueno, follow the money y vayámonos primero por el dinero. Éste, a mi parecer, es un aspecto débil de la ley, puesto que según la misma Secretaría de Hacienda (p. 445) ésta no tiene impacto presupuestal, dado que las aportaciones no son obligatorias y estarán en función de la situación de la hacienda estatal, al igual que la incorporación anual de estímulos fiscales. Entonces, hasta donde yo entiendo, si hay dinero más allá del presupuesto normal se harán las cosas, y si no, pues no. Y aparte tiene que haber voluntad. Prometer no empobrece.
En algunos casos el lenguaje es muy vago, por ejemplo, cuando se habla de "favorecer el retorno al estado de Sonora del talento local, con las medidas que sean necesarias de apoyo logístico, fomento al emprendimiento tecnológico e incentivos a la contratación". Uf, buena suerte con eso. Favorecer, potenciar. Se deja todo abierto a la interpretación.
¿Qué les parece ésta?: "Se promoverá, mediante la creación de incentivos fiscales y de otros mecanismos de fomento, que el sector privado realice inversiones crecientes para la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la transferencia de tecnología y la innovación". Es algo más concreto, y definitivamente sería muy positivo incrementar el gasto privado en I+D. ¿Cuáles serán estos incentivos fiscales, ya se habrán creado?
La ley contempla un capítulo único del "sistema". Este sistema tiene por objeto promover, organizar y apoyar la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la transferencia de tecnología y la innovación, impulsar la formación de recursos humanos especializados y de posgrado, y promover la vinculación de la investigación científica y el desarrollo tecnológico con los procesos productivos de las empresas así como con la educación y el desarrollo social. El sistema, queridos lectores, supongo que se refiere al SRI, existe y funciona desarticuladamente, es un ente abstracto que vincula a todos los agentes, programas, políticas, infraestructura, normas, dependencias, instituciones, etcétera. Siguiente.
Llegamos al título tercero (p. 454), del Coecyt (Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología), que abordamos recientemente en este blog y del que no tenemos grandes noticias aún. El consejo tiene muchas atribuciones, pero no estoy segura de que tenga el presupuesto suficiente para ejecutarlas. Por ejemplo, una de ellas es "formular y proponer la política estatal en materia de investigación científica, social y humanística, desarrollo tecnológico, la transferencia de tecnología e innovación; a partir de la definición de áreas estratégicas, con base en un diagnóstico de necesidades del estado por lo menos cada tres años". No lo sé, Rick. ¿Qué estará pasando en esas oficinas? ¿Ya habrá un diagnóstico?
Todo lo que refiere el artículo 12 (p. 455) es importante y se debe de hacer, pero mezcladas entre tareas de promoción, divulgación y apoyo, hay tareas titánicas, como, por ejemplo, "formular e integrar el programa estatal y coordinar su ejecución y evaluación, de acuerdo con las disposiciones jurídicas aplicables". Es hora de que no he visto un plan estatal completo y llevo estudiando este tema más de diez años, sin contar otros diez en los que no estaba tan enfocada en el asunto. Comienzo a recordar aquéllo de que Confucio inventó la confusión, pero no culpo a los redactores de la ley, sino a que no me he preparado una segunda taza de café.
Otras atribuciones que no ocupan más de un renglón, pero son un trabajal, son "organizar, coordinar y mantener actualizados el sistema y el sistema de información, y coordinar el establecimiento y operación del sistema estatal de investigadores". Va otra: "Promover y difundir las publicaciones de trabajos científicos y de investigación, así como publicar periódicamente los avances logrados en materia de ciencia, tecnología e innovación en el Estado". ¿Ustedes creen que se cumple?
Me detendré aquí, en la sección II, y sólo comentaré que se espera mucho trabajo por parte de la junta directiva, pero la pertenencia a esta junta es honoraria. Quizá, solo quizá, muchas de estas atribuciones no deberían estar en manos de una junta honoraria sino de una task force, o varias, dedicadas tiempo completo a estas tareas con metas prefrentemente de corto y mediano plazo, que en todo caso podrían ser revisadas, evaluadas y aprobadas por una junta honoraria, pero no elaboradas, mucho menos si solo sesionan cada varios meses. Es mi opinión, yo qué se.
Nos vemos mañana para la tercera parte, aunque la verdad el asunto va para largo y estaré abusando de la paciencia de quien se deje con este tema seguramente durante varios días, semanas, meses, probablemente años. Es la consigna.
Tips e información: leia.y2k@gmail.com
@talya
Antes de irnos:
1. ¿Ya se cambió de nombre Facebook?
2. Más noticias surrealistas, TRUTH, la nueva red social de Trump, espera aprobación en la AppStore. De verdad pensé que ya no iba a escuchar más de este individuo.
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