Por Talya Aluveaux (@talya)
Lo sé. El mundo está de cabeza y es absurdo pensar que el cambio de año puede tener algún significado dentro de este continuo de días. Es el tercer año de la pandemia, y parece mentira. Algunos seguimos en casa, otros retornaron hace tiempo a la "nueva normalidad", pero déjenme navegar por ahora todavía con el corazón latiendo lento. No entremos de lleno aún, y hablemos de videojuegos, porque sí.
En estas vacaciones de invierno he tenido oportunidad de pasar algo de tiempo con dos de mis ya no tan pequeños sobrinos, ambos transitando la adolescencia (sálvese quien pueda), y he sido lo suficientemente paciente como para sentarme unos minutos a verlos jugar un videojuego. De hecho, soy cómplice en la compra del primer videojuego del que quiero hablar.
Se trata de GTA. Resulta que hace unas semanas el juego estaba disponible en 300 pesos por alguna promoción (v. 2013), y a sabiendas de que se trata de un juego clasificación M le propuse a mi sobrino de 14 años comprarlo. Y miren, ni tardo ni perezoso en menos de media hora ya había realizado la operación con esas tarjetas mágicas de xbox live que venden en el oxxo. La espera para su descarga fue un poco más larga.
Yo tenía recuerdos borrosos del juego, que mi primo Azahel debió jugar hace unos cuantos (bastantes) años, cuando tenía 10 años. Quizá menos. Recuerdo haber puesto el grito en el cielo porque su papá se lo compró, y me apresuré a explicarle que se trataba de un juego diseñado para una audiencia mayor de 17 años, a lo que prácticamente se encogió de hombros. El niño tenía permiso, y bueno, donde manda capitán no gobierna marinero y ahí voy a ver a mi primo cometer delito tras delito por diversión. No puedo decir que estuviera escandalizada, pero sí acepto que no es el juego más edificante del mundo.
Sin embargo, a Azahel le encantaba y pasaba horas inmerso en el mundo de Grand Theft Auto. Así que no vacilé, sabía que a mi sobrino le iba a gustar. Lo que no sabía era que de pronto sí hay escenas en las que hace un par de años le habría tapado los ojos, o bien le habría pedido que los cerrara (tía del año). En fin, si voy a ser una mala influencia que sea completa, así que me senté varias ocasiones a disfrutarlo con él, y la verdad es que con excepción de esas escenitas, el juego es extraordinario (por algo ha estado tanto tiempo en el mercado con una gigantesca base de fans) y al menos en el set up que estabamos utilizando (una xbox de la generación anterior a la actual, televisión 4k) se veía bastante decente, y la jugabilidad era bastante buena. Hay quien critica la violencia, pero lo único que sé es que Azahel es un brillante ingeniero y una de las personas más tranquilas y relajadas que conozco, así que... diez puntos para GTA.
El otro juego del que quiero hablar, aunque de éste sí que no he visto mucho aún, es Fortnite. Hace unos años que mi cuñada y yo "aprobamos" que mi sobrino lo jugara, después de revisar foros al respecto, pero nunca lo vi en acción. Por lo que veo, aunque él ya lo dejó atrás, el juego sigue a todo motor. El hijo de mi mejor amiga (11 años) es un gran fan, y suele jugar en línea con amiguitos en algunos casos de otros países, y mi sobrina de la misma edad acaba de recibirlo en conjunto con la Nintendo Switch Lite, lo que ha causado conmoción, y una restricción de uso limitada al fin de semana.
Al parecer la jugabilidad es bastante buena, aunque carece de elementos de storyline, y hasta donde pude observar es un mundo abierto, en donde la misión es básicamente sobrevivir. Según las explicaciones de Miguelito, en Fortnite un cortador de pizza gigante sirve para cortar árboles. No les sabría decir porque no he visto suficiente, aunque planeo poner más atención. Eso sí, con el Switch Lite se me hace agua la boca, pero probablemente lo probaría con Animal Crossing o Mario Kart.
Siempre he sido fan de algunos juegos de Nintendo, como Harvest Moon o Dr. Layton and the Curious Village, para Gamecube y DS, respectivamente, pero como en casi todo en esta vida, me he quedado un poco (ok, un mucho, quizá demasiados) atrás. No pretendo alcanzar a mis queridos gamers, pero sí asomarme un poco por el ojo de la cerradura, quizá introducir una llave que no muevo desde las sesiones de práctica de Minecraft con Victor, cuando éste tenía muchos muchos menos años, y convertir los cerdos en tocino era divertido.
Y ustedes, ¿ya superaron el tema?
Feliz 2022. Aquí nos estaremos viendo para platicar de los temas de siempre.
Antes de irnos...
1. La plataforma de desarrollo de apps Abstra obtuvo 2.3 mdd de capital de riesgo. Vía TechCrunch.
2. ¿Cómo consiguió Apple 3 trillones? Vía The Economist.
3. El DNA de unas estampillas postales ayudó a resolver un misterio familiar de más de un siglo. Vía WIRED.