viernes, noviembre 05, 2021

Otra vez globos, pero esta vez para capturar CO2 de la atmósfera

Por Talya Aluveaux


¿Saben? Cuando era niña leí un libro titulado "Sol del siglo XXI". Debe haber sido alrededor de 1985, y era el ganador de un concurso de ciencia ficción. En el libro, los niños habitaban en cápsulas espaciales instaladas en la luna, y eran cuidados por robots, mientras en la tierra, ya inhabitable, permanecía un conjunto de adultos especialistas en diversas áreas tratando de recuperar espacios del planeta (biólogos, agrónomos, geólogos, etcétera). La protagonista del libro se llamaba Sol, tenía un extraño pelo multicolor, podía viajar en el tiempo con su robot y yo tenía tan solo diez años, y por supuesto estaba fascinada. 


Ahora que lo pienso, era una verdadera tragedia griega. Recibían una educación proveniente de siglos de desarrollo humano sintetizado en sistemas computarizados, los bebés dormían arrullados por cantos de cuna en todos los idiomas, y todos estaban separados de sus padres. El libro no explicaba si algunos los habían perdido o todos estaban en la tierra tratando de germinar semillas en zurcos de tierra inservibles dentro de una atmósfera contaminada. Había, por supuesto, signos de añoranza, pero todo esto era el escenario para la verdadera acción, que eran los viajes en el tiempo (al siglo XX, al renacimiento, etcétera).


En fin, todo esto para introducir una startup israelí-alemana que me recuerda precisamente a esos heroicos personajes ficticios que se habían quedado en la tierra intentando salvar el planeta. Solo que todavía estamos aquí, con todos los focos rojos parpadeando. Siguiendo con la problemática que se está abordando en la cumbre sobre cambio climático en Glasgow, y nuestro enemigo común (además de la insensatez), el CO2 en la atmósfera, esta compañía ha encontrado una manera de combatir el cambio climático directamente en nuestra atmósfera, a donde espera enviar flotillas de globos que atraparán CO2 para su reciclaje posterior.


Como sabemos, las emisiones de dióxido de carbono derivadas del uso de combustibles fósiles y la agricultura industrial son las principales causas del cambio climático, pero la remoción de CO2 de la atmósfera a temperaturas estándar requiere demasiada energía para que los gobiernos y las compañías lo consideren factible.


Aquí es donde entra High Hopes Labs, quien desarrolló un sistema que captura el CO2 donde alcanza un estado de cuasi solidificación, varios kilómetros sobre la superficie terrestre. Al parecer, la captura de este gas es muy sencilla cuando esta cerca de congelarse, o esto es lo que explicó Nadav Mansdorf, CEO y cofundador de la compañía, a Reuters. El CO2 se congela a una temperatura de -80 grados centígrados (-109 F), y el único lugar en que lo podemos encontrar en dichas condiciones es 15 kilómetros sobre nuestras cabezas, técnicamente la frontera entre la tropósfera y la estratósfera.


High Hopes ofreció una demostración hace un par de días en Petah Tikva. También lo ha probado a pequeña escala, liberando globos con un caja que funciona como un dispositivo capturador de CO2 en la parte inferior. El CO2 congelado es separado del aire para ser regresado a la tierra, donde puede ser reciclado. La compañía proyecta la construcción de globos mucho más grandes dentro de los próximos dos años, cada uno de los cuales podría remover una tonelada de CO2 a un costo inferior a los 100 dólares (costo que indican es mucho menor al necesario con métodos actuales).


Hace unos diez años debo haber escrito sobre el proyecto de Google, que esperaba llevar acceso a internet a través de precisamente, globos, a territorios de última milla -proyecto que recientemente fue cancelado-, y aquélla vez la idea me resultó inspiradora y fascinante. Hoy, un poco menos impresionable y bastante más cínica, de todos modos no puedo menos que quedar cautivada por la idea de esta startup israelí, a reserva de corroborar su efectividad. 


Para contextualizar, el planeta actualmente emite más de 117 millones de toneladas de CO2 diariamente. Pero quien sabe, quizá lo que comenzó como una llamada a las 4:30 de la madrugada de Eran Oren (fundador) a Nadav Mansdorf termine siendo de gran ayuda a lo que en aquél momento anunció: "Nadav, creo que encontré la solución al más grande problema de la tierra". 


Como ha dicho Shira Ovide, las tecnologías "flashy" no siempre son las más útiles y a menudo eclipsan otras menos sexy pero más efectivas y todo terreno. Habrá que observar de cerca a High Hopes, porque por lo pronto, de que necesitamos sacar CO2 de la atmósfera, necesitamos sacar CO2 de la atmósfera. De que necesitamos eco innovación, necesitamos eco innovación. Desesperadamente. 


Tips e información a leia.y2k@gmail.com


@talya









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