Por Talya Aluveaux*Esta mañana tuve que salir precipitadamente de casa antes de poder escribir con cierta calma un post sobre la nefasta demanda que ganó la empresa iFone contra Apple en México, en un veredicto que impediría la comercialización de los iPhone en México (LOL). Ya me dirá @hiramfernandez que no me preocupe, total, en México nunca se aplican las leyes. Pero sí me preocupo.
La noticia apareció en Mashable, y por los threads me doy cuenta que a muchas personas les pareció bien que Apple haya perdido y tenga que pagar, por una parte, y porque su razonamiento es que por una vez ganó el negocio pequeño, y Apple fue demasiado soberbio al pedir que cambiaran el nombre (por otra). Según entendí, la firma registró la marca iFone 5 años antes que el iPhone (no estoy segura si el registro o el lanzamiento).
Pero bueno, independientemente de que alguien aclare el lío con las fechas, estoy de acuerdo y muy de acuerdo con lo que dicen quienes tachan la demanda de iFone de completamente oportunista al pedir 40% de las ganancias de la compañía por el iPhone (y además de risa loca). No le veo lo legítimo al asunto. La i de Apple tiene una historia que se remonta mucho tiempo atrás del iPhone.
A ver. Remontémonos en el tiempo. Es 1998 y yo acabo de entrar a trabajar. Recién egresada del ITH me toca escribir un artículo sobre la iMac (oh, la iMac). No sé nada de la iMac. O casi nada. Mi background es mínimo, así que escribo un miniartículo con las especificaciones técnicas (total, la máquina hablaba por sí sola en la fotografía) en el que ni por equivocación, ni por asomo, se me ocurre mencionar por qué se llama iMac, o qué significa la i.
A partir de ese día he sido una ávida consumidora de prácticamente toda noticia medianamente relevante al respecto (y esa semana debo haber leído toda la historia de Apple, Steve Jobs, Wozniak etcétera de una sentada maratónica, I know... OCD). A la fecha, pueden considerarme perdida si hay algo nuevo, al menos durante los minutos que estoy haciendo catch up (dont even try). En fin, que ese día me pasó de largo el significado. Y estoy segura que lo leí porque me es familiar hoy que me lo recuerda @BeL_SR.
Lo recordaba vagamente como uno de los tantos trucos de magia de Jobs. iMarketing. De hecho esta mañana decía yo en Twitter que antes de la i, todo era e-. Ya saben, e-mail, e-commerce, e-life (right...) y entonces Jobs (o bueno, el equipo de mercadotecnia) inventó la i antes de la palabra (que al final de cuentas suena igual que e- y es más cool) y funcionaba perfecto para la nueva y reinventada computadora personal de Apple. Ah, 1998. También me perdí (o de plano no recuerdo) que salió muy compuesto y de traje a revivir a la compañía con este lanzamiento y esta idea detrás:
internet, individual, instruir, informar, inspirar...
No sé en qué templo budista se recluyó o de cuál fumó o quien lo asesoró, pero me gusta. Me gustó entonces y me sigue gustando y les pido una disculpa por doble post de Apple, pero ahora sí que como dicen en twitter y en todas partes, no m...
¿Así que 40% de las ganancias, eh?
LOL, actually.
Out.
